“La maternidad es estar de vacaciones.” Esa opinión la he escuchado varias veces de padres, de jefes, de mujeres que no son madres, de madres que se olvidaron cómo eran los inicios de la maternidad y de tantas personas más.
Sin embargo, mi percepción de vacaciones dista mucho de estar rodeada de vómitos y pañales. Me imagino más un Caribe y mojito en mano, pero buen. Ahí va un resumen de lo que para mí sería la “rutina mamá”:
Despertar (sin saber cómo) con tu hija encima tuyo. Tratar de moverla suavemente para que no despierte. Pero claro que lo hace. Llanto. Teta. Caca. Calefaccionar su dormitorio para cambiarle el pañal. Se pasó y manchó su ropa. Ponemos pañal limpio. Sacamos pijama y ponemos las mil capas de la ropa del día. Se lava a mano el pijama manchado. Recién después nos lavamos nosotras la cara, los dientes, con suerte una ducha y renacemos.
Desayuno y almuerzo se entremezclan.
Hora de juego. Piso de goma que se arma y se desarma. Muñecos por todos lados. Ella los mira, gira de costado y se sonríe. Frente a esa escena sonríes automáticamente como un reflejo. Todo se ilumina. Hasta que vuelve a llorar. Sueño pero no se quiere dormir. Cantas. Más llanto. Más sueño. Acunas, haces sonidos de calma (shh shh shh). Se duerme. Arriba tuyo. Quedas presa ahí en el sillón y piensas en la ropa que no lavaste y en los platos sucios que quedaron en la cocina. Pero más piensas en el celular y el control remoto que te quedaron muy lejos. Pasa más de una hora hasta que la bebé despierta. Teta. Caca. Pañal. Lavar ropa cagada.
El día está lindo. Cochecito y salimos a la plaza. Toma aire ella, toman aire las dos. Aunque sea media hora pero te salva. Vuelves a casa. Teta, caca, pañal. Llega tu marido e inmediatamente le quieres dar a la bebé. Él llega agotado de su trabajo fuera de casa y necesita unos minutos para dejar las cosas, lavarse las manos, tomar un vaso de agua, etc. (¿y donde están nuestros minutos?)
Hora del baño y a dormir.
El día se pasa así más o menos y l@s de afuera por lo general piensan que estás viendo la telenovela todo el día, que estás de vacaciones y te sobra el tiempo. Qué difícil es poder plasmar el día a día de la maternidad.
Cuánta intensidad y cómo cuesta evitar a veces llegar al punto del desborde.
Van algunos tips: