Lactancia y sueño: dos temas que únicamente le competen a la mamá y al papá del/de la bebé. Sin embargo la gente pregunta, opina y cuestiona: “¿Aún toma teta?” “Pero si ya come hamburguesa.” “Eso ya es pura agua.” “¿Duerme en tu cama? No lo sacas más de ahí.”
Me molestan estos comentarios, me hacen sentir incómoda, me hacen querer explicar y justificar por qué hago lo que hago. Y no debería. No. Son mis elecciones de crianza ¿Por qué debo explicarles a l@s demás mis decisiones? Esas preguntas tienen un juicio por detrás, dicen que hay algo de más, que l@ estoy malcriando ¿Qué es demasiada teta? ¿Qué es demasiado colecho? ¿Según quién? ¿Dónde está el daño en criar con amor? Esas personas que opinan, ¿hicieron realmente una revisión de la forma en la que fueron criad@s?
Considero que es momento de proteger, de cuidar, de criar con amor a las próximas generaciones y eso siento que únicamente puede ser con presencia de calidad. Respetando nuestro sentir, nuestro deseo y nuestras convicciones respecto del tipo de crianza que queremos darle a nuestr@s hij@s. Cotidianamente se presentan oportunidades que marcan el camino que les vamos mostrando a nuestr@s hij@s. Las invito a elegir las opciones de amor, saludables, de compañía, de compartir.
Haciendo las cosas con amor no nos podemos equivocar tanto.