La maternidad y la paternidad son mundos nuevos donde nos encontramos desempeñando roles para los que no hemos estudiado.
El miedo a equivocarse, las inseguridades, lo que está en juego es seguramente mucho mayor que en otros aspectos de nuestras vidas.
Se vuelve necesario entonces poder reforzar lo positivo para de ese modo fortalecer nuestra confianza y autoestima e ir ejerciendo maternidades y paternidades cada vez más saludables.
Entonces, es importante que como papá puedas decirle a tu pareja que está haciendo un excelente trabajo (porque sí, es un trabajo no remunerado). Aunque el/la bebé no pare de llorar, no duerma sus siestas, se te olvide de darle las vitaminas, lo estás haciendo súper bien. También es importante que como mamá podamos remarcar lo positivo de lo que está haciendo nuestra pareja para con nosotras y como papá. Ser nuestro sostén emocional es su rol principal pero no hay que dar nada por sentado. Reforcemos lo bien que nos hace ese abrazo cuando llega de trabajar, la rica comida que preparó y el disponerse a lavar los platos luego de comer para que nosotras podamos irnos a dormir lo antes posible.
Somos un equipo. No nos olvidemos de eso. Jugamos para el mismo lado. Amb@s queremos lo mejor para nosotr@s como pareja, como familia, para el/la bebé. Tal vez nuestros criterios, nuestras historias de crianza sean diferentes pero no hay que olvidar que las intenciones de ambos lados son buenas y buscan generar crianzas saludables de amor. Parece una obviedad pero en momentos de crisis es necesario recordar eso: l@s dos queremos lo mejor. Podemos diferir en la forma pero el fondo es compartido.
En medio de toda la vorágine del día a día, tratemos de tomarnos un momento para mirarnos de verdad y manifestarle al otr@ el buen trabajo que está haciendo en pos de la felicidad familiar.